Para entender de jai alai se necesita «un poquito de gracia»

Para ver, jugar, comprender, ya ni hablemos de entender de jai alai; se necesita, como en la bamba, «un poquito de gracia».

Hace unos años, en plena adultez contemporánea, se me recordó lo más básico. En todo juego la dinámica esencial es hablar el mismo lenguaje: existen reglas; y entre más claras sean mejor será la comunicación. La segunda premisa: diviértete.

Jai Alai México. Frontón México Centro de Entretenimiento © 2017-2018

Para entender de jai alai se necesita «un poquito de gracia»

Si en su rostro se había dibujado una sonrisa el día que les conté que entre el público alguien grita «¡Mi dineeeeeroooo!»; imaginen mi cara el día que me dijo «nosotros sí somos simpáticos» —refiriéndose a la comunidad de jai alai—. Aquí entre nos, le sigo dando el beneficio de todas las dudas.

Todo empezó el día que llegué a Frontón México. No a cualquier espectáculo; a un partido de jai alai. Marzo de 2017, era sábado.

Jai Alai México. Fotografía: Tamara Ramírez. Frontón México Centro de Entretenimiento © 2017-2018

El partido ya había empezado, me senté arriba, con una amplia panorámica del frontón. A cada grito en cancha yo interpelaba en un soliloquio lo que se había dicho.

Tras un «voy» mi reacción era «¿a dónde?». Cuando decían «aire» durante mucho tiempo, para mí, era que «cachaban» la pelota en el aire, es decir, brincando… y pues sí, pero no siempre. Y siendo «más papistas que el Papa», pues no se cacha, se encesta.

Jai Alai México. Fotografía: Tamara Ramírez. Frontón México Centro de Entretenimiento © 2017-2018

La expresión de «mucho» de plano me la tuvieron que explicar; pero cuando escuché «cúbreme la chula», si se me salió un «—¿¿cúbreme la QUÉ?? ¿Oíste lo qué dijo?» —Así, en mayúsculas, gritando—.

Eventualmente te acostumbras a las floridas expresiones de los jugadores, a los que llegaría a conocer como pelotaris y por nombre de pila. También, poco a poco, otras expresiones se empezaron a colar en mi inocente imaginario lingüístico. Desde un «sale», «mía», «tuya» y «adentro» —insisto, ¿adentro de qué?—; hasta un «voy sin ver» y «dale calor». O sea, si con «la chula» ya creía que era albur, ¿de que me están hablando aquí? ¿Qué es eso de «dale calor»? —es en serio, ¿qué es?—.

Jai Alai México. Fotografía: Tamara Ramírez. Frontón México Centro de Entretenimiento © 2017-2018

Ya sabrán de qué tamaño abrí los ojos el día que escuché un «sólo la puntita mi amor». Sí, sí, es horario familiar. Esto es serio. Esta flamante expresión se refiere a que la pelota siempre, siempre, entra por la punta de la cesta; de ahí el nombre original del deporte: cesta-punta. Y la pelota por ahí debe volver a salir: por la punta de la cesta. (¿Verdad que a eso se refiere?). Cualquier parecido con otras expresiones y significados que se atribuyan a esta expresión en el lenguaje coloquial mexicano, no es mera coincidencia.

Así que si para entender de jai alai se necesita, como en la bamba, «un poquito de gracia», entonces ya vamos de gané. Hoy al menos puedo decir que ya soy parte de la conversación: conozco las reglas y me divierto.

Jai Alai México. Fotografía: Tamara Ramírez. Frontón México Centro de Entretenimiento © 2017-2018


Nota inspirada en “A la hora del cuento: la experiencia de leer a los niños”, de Yolanda Reyes.

Autor
Tamara Ramírez
Lead Editor