La vida de Mikel Larregi Sistiaga (1985, Saint Jean de Luz, Francia) gira en torno al placer de jugar Jai alai; viajar y conocer lugares y personas fascinantes; hacer fotografía, disfrutar la vida y compartir sus experiencias; y cocinar y comer deliciosos platillos de cualquier sazón, condimento y cultura. Si con alguien se puede disfrutar una agradable comida y una buena charla: este es el pelotari que estaban buscando. Orgullosamente vasco—y francés—, Mikel Larregi porta con mucho orgullo y honor la responsabilidad de dar vida y continuidad a la Cesta punta, porque «es representar a la cultura de mi tierra».
Entrevista: Mikel Larregi
—¿Cuándo empezaste a jugar Jai alai? ¿Por qué te gusta la cesta punta?
Mikel Larregi: Empecé a jugar a los 8 años. Mi papá me llevó al club de San Juan De Luz y me encantó. Ya jugaba a pala o a mano en el frontón de mi pueblo, pero ahí me enfoqué en la cesta. Aunque estuve 11 años sin jugar, pegarle a la pelota es algo maravilloso. Jugar a cesta punta o jai alai, como se conoce en México, es único: representamos un deporte con pocos jugadores, que tiene más de 100 años de historia y uno de lo más artesanales que existen en la actualidad.
—¿Qué es ser pelotari?
ML: Para mí ser pelotari es muy especial, debido a que es representar la cultura de mi tierra, en un deporte poco conocido a nivel mundial y que tiene pocos jugadores a nivel internacional y profesional. De niño soñaba con esto y la vida me lo regalo hoy en día.
—¿Hay algún pelotari, que ya no juegue en la actualidad, a quien hayas admirado?
ML: Hay muchos pelotaris que me gustaron, en especial Katxin Uriarte, a quien vi jugar algunas veces y considero una estrella de la cesta. Otro es Elizegui; o el Bereikua, quien todavía juega en Miami y tiene un poder tremendo con su revés al momento de atacar.
—¿Hay algún pelotari que te guste ver jugar? Alguien cuyos partidos sean increíbles y un gran espectáculo de inicio a fin.
ML: No hay uno que me emocione más que otro. De López me gustan su seguridad y potencia; en Olharan aprecio su agilidad; Christophe Sánchez tiene un gran «rebote»; Christophe Olha, las «dejadas»; en Etxeto la calidad de su juego y sus tremendos «dos paredes»; las jugadas y estrategias de Mikel Egiguren; así como la calidad y lucha de Tambour en cada punto: no deja ni una perdida.
—¿Hay algún zaguero con quien te guste jugar en parejas? ¿Por qué?
ML: Con Echenique o Ituarte. Porque ambos son muy buenos compañeros de cancha y me encanta poder compartir palabras de ánimo con ellos en euskera. En lo personal es muy importante poder hablar mi lengua materna, el euskera, dentro o fuera del frontón. Espero jugar mas partidos así, pero en general todos me gustan: ¡Sí hay compañerismo en la cancha!
—¿Contra quien te gusta o gustaría jugar? ¿Quién es un adversario que te reta a ser mejor?
ML: Me encantaría un día poder jugar contra un jugador de gran calidad como Jon Tambourindeguy, porque es el pelotari que mejor conozco de todo el cuadro: crecimos juntos en las canchas de mi tierra. Son recuerdos bonitos de juventud e infancia… y después de 13 años, sería increíble jugar con/contra él.
—¿Qué te motiva a dar lo mejor de ti y a entregarte en la cancha?
ML: Estar en la cancha de Frontón México es un placer. Me siento muy concentrado y puesto en mi juego, por lo tanto intento siempre dar lo mejor y disfrutar cada partido. Además, el público nos empieza a conocer y también es un placer satisfacerlos.
—¿Cuál es tu jugada o movimiento favorito? ¿Nos lo explicas?
ML: Es el «costado» de izquierda a derecha, sin embargo, es un gesto muy difícil. Me encantaba ver a Bereikua hacerla en cada uno de sus partidos. Reproducirlo no es tarea fácil: hay que encontrar el momento exacto para darle la velocidad y ángulo. Espero pronto poder repetirlas a la perfección.
—¿Haces otra cosa además de jugar Jai alai? ¿Cómo lo combinas con el Jai alai?
ML: Soy cocinero, pero por ahora sólo estoy jugando cesta. Más adelante me gustaría abrir un «bistronómico» en la Ciudad de México. Una especie de bar donde se puede compartir buenos platillos, originales y creaciones personales en miniatura con vinos en un ambiente underground.
—¿Cuál ha sido tu experiencia en Frontón México?
ML: Mi experiencia en el frontón ha sido única. En primer lugar, porque pertenecer a este cuadro en un frontón tan histórico es increíble: me imagino a todos los jugadores que pasaron por aquí en casi 100 años de historia. Ni que decir del público mexicano que venía a ver los partidos… Tengo amigos historiadores que cada vez que vienen reviven esos momentos. Por ahora, esperamos realmente poder ser parte de la historia y ayudar a que se multiplican los frontones en el mundo.
Además, el grupo es muy unido. Somos amigos y cada vez nos conocemos mejor, nos reímos mucho y compartimos mucho de pelota y demás. México ha sido una experiencia muy bonita: es una país que agrada porque la gente es abierta, muy sociable. ¡El clima también ayuda a estar muy bien! Es un lugar en donde me quedaría a vivir por muchos aspectos.
Compra tus boletos en línea a través de www.fronticket.com.mx; o en las taquillas de Frontón México Centro de Entretenimiento.
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