Cmd Fest se reafirmó como uno de los festivales de la CDMX con uno de los mejores line-ups de música electrónica. Creado por Noiselab y presentando su segunda edición en Frontón México, el pasado sábado 28 de septiembre, los asistentes disfrutaron de mas de 12 horas de música.
Luciendo talento y su distintiva forma de vestir, Arnaud Rebotini, Xeno & Oaklander, Boy Harsher, Pepe Mogt, The Golden Filter, ADULT., Ramón Amezcua, Daniel Miller, Nitzer Ebb, TR/ST y Kap Bambino, deleitaron a los asistentes.
En una marea de negro, sintetizadores, atmósfera electrónica y con una marcada presencia femenina —en 5/11 sets había una mujer ¡Bravo!— dio inicio CMD Fest 2019.
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CMD Fest 2019
A las 2 en punto abrió la pista de baile en la que se convirtió Frontón México; una pista llena de negro que contrastaba con los beats de la música y el colorido de la iluminación.
Arnaud Rebotini fue el primero en poner a bailar a los asistentes que, aunque todavía no llenaban la pista del frontón, fueron totalmente seducidos —tanto por la música, como por los visuales que lo acompañaban.
Rebotini se entregó totalmente a las personas, dando un cierre espectacular y dejando la expectativa muy alta.
Luego de una hora de Arnaud, fue el turno de la agrupación Xeno and Oaklander, cuya aparición fue un estímulo para los sentidos. Inmersos en una atmósfera vintage —con sintetizadores analógicos muy old-school—, las melodías suaves dieron paso a que el beat subiera de intensidad paulatinamente.
La forma de bailar de Liz Wendelbo en el escenario contagio a todos, en parte porque contrastaba con los beats de Sean McBride (Martial Canterel); pero también porque la seriedad del rostro de ambos no reflejaba la manera en que disfrutaban la música.
Con Boy Harsher el frontón se volvió una locura. El dúo apareció en el escenario a las 4:20, provocando la euforia y clamor del público: a donde voltearás había gente bailando y gritando. Jae Matthews y Augustus “Gus” Muller fueron los primeros en recibir una ovación avasalladora. Cada gesto, baile, canción, movimiento era correspondido con un aplauso del público… uno de los momentos catárticos del festival.
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A pesar de que muchos aprovecharon para darse un descanso y salir del Frontón, Pepe Mogt, totalmente concentrado en la música que hacía, fue envolviendo a las personas que se quedaron a escucharlo. Fue impresionante ver cómo la pista, de estar casi vacía, se fue llenando y la energía volvía a subir.
Luego fue el turno de The Golden Filter. Dos palabras: estuvo increíble. La vocalista, Penelope Trappes, bailó, cantó, gritó: cada movimiento suyo también era celebrado por la audiencia.
La coordinación de música y visuales fue espectacular; la química en el escenario entre Penelope y Stephen Hindman es evidente.
Siguieron Nicola Kuperus y Adam Lee Miller, el dúo que desde hace mas de 22 años integra Adult. Y seremos honestos: teníamos expectativas —y no fuimos defraudados. Ante la entrega de los fans, Nicola se dejó llevar por la emoción que estaba sintiendo, saltando del escenario y colándose entre la multitud. Estuvo un rato bailando entre las personas y haciendo fotos con quien se lo pidió. Con la aparición de Adult. se dio la última fase de la metamorfosis del frontón: un performance underground dark con acentos de color, visuales futuristas y música envolvente con la esencia del beat ochentero.
Después vino la “calma”… y una de las bondades de Cmd Fest. Al ser una festival y no un concierto, podías salir a descansar, comer, beber y luego reingresar. Así, mientras algunas personas recuperaban el aliento, el ‘antro’ en el que se había transformado el Frontón recibió los sets de Ramón Amezcua y Daniel Miller; quienes amenizaron la fase más “relax” de la jornada.
A la exploración en vivo de sonidos y frecuencias de Ramón Amezcua —acompañada de visuales; le siguió el techno de Daniel Miller, quién fue levantando los ánimos hasta cerrar con un público encendido.
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Nitzer Ebb apareció en escena desbordando energía —como lo ha hecho desde hace más de tres décadas. Por un lado, la voz de Douglas McCarthy y su inigualable presencia como frontman; por otro, la desenfrenada fuerza que inyecta Vaughn ‘Bon’ Harris en la percusión —y mas aún cuando toma el micrófono. Delirantes, feroces e irreverentes; la única decepción: duro muy poco, nos quedamos con ganas de más.
Siguieron 20 minutos de descanso para estirarse, tomar aire y seguir. A las 12:50 apareció TR/ST y Robert Alfons —playera de Madonna y pantalones leather con cadenas—, sensualidad imparable y ganas de bailar. Bajo el ritmo, para luego volver a subirlo y cerrar en medio de un deslumbrante arcoíris de luz.
El cierre de Cmd Fest, estuvo en las manos de Kap Bambino. A las 2.10 am Caroline Martial desbordaba energía, brincando por todo el escenario —como diciéndonos: no se preocupen, ya sé que están cansados, así que yo brinco por ustedes.
Trece horas de música, once bandas, un festival: CMD Fest, un festín de talento y calidad musical con un line-up original y coherente; que apuesta por experiencias más íntimas —porque “la música bien hecha merece de recintos especiales”. Pero, también un festival con aire de rave y ambiente de antro para clavados y aferrados que disfrutan la música en vivo y en colectividad.
En medio de un ambiente de fiesta y pasadas las tres de la mañana, CMD Fest cerró su segunda edición; con una selección tan exquisita como la audiencia a la que se dirige. Larga vida a CMD Fest.
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Última actualización: 01. 10.2019