Queridos lectores, sabemos que en este espacio queremos a la Colonia Tabacalera y todo lo que ocurre en ella. Hoy, en medio de la cuarentena por la pandemia de Coronavirus que alcanzó a nuestra ciudad, reconocemos que tenemos que hablar de lo que está pasando, para que no se repita.
La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, comunicó ayer el cierre oficial de bares, centros nocturnos, museos, gimnasios, zoológicos, centros deportivos, teatros, cines y eventos masivos en iglesias. Esta medida tendrá efecto desde hoy hasta el 19 de abril.
Algo bueno es que la gente es solidaria y hace sus pedidos a domicilio, por eso no cerramos. Dueño de restaurante.
Gran parte de la Colonia Tabacalera y la Plaza de la República, son precisamente pulmones culturales en la CDMX. Espacios de atracción para eventos, exposiciones y puntos de reunión como: Frontón México, El Museo Nacional San Carlos, los teatros de la República y de la Lotería Nacional. Además de bellezas arquitectónicas que se admiran al caminar por sus calles.
Así que decidimos darnos una vuelta para ver cómo se viven estos días. El tránsito de peatones y automovilistas se ha reducido drásticamente. Sin embargo hay excepciones por la actividad comercial y hotelera. También están los pequeños negocios locales, farmacias, tiendas, así como los tradicionales vendedores y músicos ambulantes.
Por ejemplo todo el transporte sigue: el metro, las bicis y para ir al banco pues en la app digital. Ciclista.
Los muros y los pisos están más callados que nunca porque no reflejan las sombras. No escuchamos el eco de toda esa gente que camina, que habla, que canta, que vende y toca instrumentos. Todos ellos que con su trabajo le dan vida a la Plaza de la República. Sin bien el panorama es nostálgico, hay gente en las calles.
Algunos desubicados, otros aferrados y quienes siguen trabajando pero tratan de cuidarse. Los primeros están por accidente cruzando hacia reforma, van camino al banco, alguna tienda o farmacia por algunas compras. Los segundos son parejas que van de la mano o grupos de amigos que apoyan con sus compras a los vendedores de dulces y chicharrones, a las personas que cantan y tocan en las calles. Los últimos con su cubrebocas, caminando rápido, tratando de no acercarse a grupos de personas, pero rumbo al trabajo o con algún encargo.
La venta ha bajado mucho. Vengo porque uno vive al día y algo sale. Vendedor ambulante.
Esta que les describo no es la Colonia Tabacalera que conocemos en plenitud. La que visitas para ir a un concierto en Frontón México, la de uno de los Monumentos y museos más importantes de la ciudad. Con hoteles y opciones gastronómicas para todo tipo de público, con terrazas de moda, bares y cantinas de tradición. La Plaza de la República es hasta el punto de partida para las manifestaciones históricas que han llegado hasta el Zócalo de la ciudad.
No dejo de pensar en las ganas que debe tener un pelotari de volver a las canchas. De volver a Frontón México, ver las gradas llenas y demostrarnos a todos que no quiere dejar pasar esta oportunidad. Volver a jugar un día más, una noche más. Y así con todos los deportes, incluso con las bandas, grupos, djs o artistas. De volver a estar en el escenario lleno de gente. Reabrir su galería, de cantar sus coros, tener una exposición, mostrar al mundo su talento, su trabajo y hacer latir nuestro corazón.
El volver a las canchas es para todas las profesiones, para abogados, ingenieros, periodistas, empresarios. Todos queremos que las cosas vuelvan y demostrar que somos los mejores en lo que más nos gusta. Lo hemos hecho a distancia gracias a las plataformas digitales, pero nada como estar en el escenario en el que nos sentimos mejor.
Sí se extraña toda la actividad, pero estamos sacando adelante la situación. Gerente de hotel.
No nos hagamos. Todos queremos que la Colonia Tabacalera vuelva a ser la que conocemos. Porque queremos los eventos, porque extrañamos la música, los niños en las fuentes, las risas y la actividad en las calles por el bien de todos. Si extrañamos la vida seamos conscientes hoy, quedémonos en casa para volver más fuertes mañana. Solo así la Tabacalera volverá más sana y fuerte que nunca.