Gracias a los espectáculos de luz, a veces combinados con agua y/o sonido, podemos apreciar espacios que, en sí, ya son excepcionales durante el día; pero que al ser visitados al atardecer (o por la noche), nunca los podremos volver a ver de la misma forma.
El arte y la tecnología nos ofrecen una original forma de redescubrir los monumentos que hemos heredado y de revivir su pasado.
¡Y se hizo la luz! Espectáculos audiovisuales al alcance de todos
Los espectáculos de luz se han convertido en una característica popular y permanente del paisaje urbano global. Sincronizada con agua, mapping o como parte de instalaciones mucho más complejas, el embeleso de la luz a nuestros sentidos es inmediato. Mientras algunos ocurren a diario, incluso varias veces al día, otros en cambio aparecen solo en ocasiones especiales.
El video mapping, por ejemplo, consiste en proyectar video y luz sobre cualquier superficie; más aún, tiene la capacidad de transformar cualquier cualquier objeto en una pantalla. Olvídate de la proyección plana, el mapeo de proyección tiene la capacidad de tomar un objeto del mundo real, como un edificio, y proyectar en sus paredes sin ninguna distorsión. En la actualidad, se ha convertido en una forma muy poderosa de convertir los eventos en experiencias inmersivas y memorables.
Las mejores experiencias de mapping son aquellas que realzan e intensifican la arquitectura en la que se proyectan. Hace dos años Filux, Festival Internacional de luces México, intervino la fachada del Palacio de Bellas Artes, en la CDMX, ofreciéndonos una vista maravillosa del inmueble con fachada Art Nouveau.
El mapeo de proyección se ha vuelto muy popular en la industria de entretenimiento; probablemente por ser una tecnología asequible que puede ofrecer resultados asombrantes.
¿Qué opinas de esta en Bucarest? “Interconexión” transformó el Palacio del Parlamento en Bucarest, Rumania. La pieza se centra en la interconexión de todas las cosas, una exploración psicotrópicas de lo micro y lo macro.
Otro fascinante ejemplo es el que se hizo en la Sagrada Familia de Antoni Gaudi, en Barcelona. “Moment Factory” combinó la proyección de video, gobos, luces puntiagudas que proyectaban rayos hacia el cielo e iluminación desde el interior; creando un espectáculo que se describe como un “fresco vivo hecho de color, luz y sonido”.
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Los espectáculos de agua y luz también son experiencias fantásticas para los espectadores de todas las edades. Combinando de forma vibrante el movimiento de ambos elementos, los colores del espectro visible a veces conviven con notas musicales.
Todos los sábados por la noche durante el verano, un cuento de hadas de dos horas y media pasea por los magníficos jardines del Castillo de Versalles. Estos son iluminados mágicamente, con todas las fuentes jugando y fuegos artificiales como punto de coronación. Arboledas y fuentes están decoradas con miles de luces, iluminaciones surrealistas y burbujas maravillosas; y la música de The Sun King te sigue a lo largo de tu paseo. Por una noche, el tiempo se detiene.
Una acrobacia de color, luz, movimiento, música y agua emana de estas fuentes mágicas. Su atractivo es tal, que en la actualidad se han convertido en “visita obligada” para los turistas; pero también en puntos de encuentro y apropiación del espacio urbano para los residentes de sus comunidades.
Sin importar la escala o monumentalidad de la fuente o inmueble en el que se proyecte la luz, al público siempre le resultarán encantadoras. Apreciándolas a la distancia, en primera fila, o dándose un baño, la luz nos envuelve en un sinfin de sueños de posibilidades.
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